La gente se está dando cuenta poco a poco de los efectos nocivos que pérdida de la audición tiene sobre la agudeza mental. Los expertos en psicología se refieren a la agudeza mental como la destreza de las habilidades cognitivas. Esto incluye varios aspectos del funcionamiento cognitivo, como la memoria, la atención, la comprensión, el lenguaje y las habilidades de comunicación.
Numerosos estudios de investigación han demostrado que la pérdida de audición está relacionada con el deterioro cognitivo que puede provocar demencia. Como tal, se ha descubierto que la pérdida auditiva es uno de los principales factores que resultan en una disminución del funcionamiento cognitivo.
Un estudio reciente de la Universidad Johns Hopkins examinó a 2000 participantes durante un período de 6 años. Los resultados indicaron que aquellos que tenían pérdida auditiva tenían una disminución 30-40% más rápida en las habilidades cognitivas en comparación con aquellos que tenían una audición normal.
Otro estudio encontró que las personas con pérdida auditiva tenían una probabilidad significativamente mayor de desarrollar demencia que las personas con audición normal. Además, aquellos que tenían pérdida auditiva también informaron tener mayores niveles de tristeza, estrés y depresión.
En otro estudio, se demostró que las personas con pérdida auditiva son más propensas a sufrir lesiones y ser hospitalizadas debido a caídas como resultado de la pérdida del equilibrio.
Otro estudio más informó que aquellos que tenían formas severas de pérdida auditiva tenían una probabilidad cinco veces mayor de reportar síntomas consistentes con la demencia.
El vínculo entre la pérdida auditiva y el deterioro cognitivo se ha demostrado en numerosos estudios no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo. Los estudios en el Reino Unido, Italia, los Países Bajos y otros países también han encontrado resultados similares que sugieren que la pérdida auditiva conduce al deterioro cognitivo.
Aunque la pérdida auditiva no suele recibir la atención que necesita, las personas generalmente prestan más atención a problemas de salud como la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Como tal, es importante buscar un tratamiento oportuno para la pérdida auditiva, aunque solo sea para mantener la preservación de las habilidades cognitivas.