Mejora tus habilidades cognitivas protegiendo tu audición

La edad tiene la forma de ralentizar todos los procesos básicos de nuestro cuerpo, incluidas nuestras habilidades cognitivas. Con el tiempo, enfrentamos problemas de salud como la demencia y la enfermedad de Alzheimer, que pueden quitar nuestra sensación de independencia e incluso robarnos nuestros preciados recuerdos. Lo que a menudo se ignora es el hecho de que la audición juega un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud cognitiva.

La audición es un sentido que a menudo damos por sentado, hasta que se va. Poder oír correctamente nos ayuda a funcionar de manera eficiente en nuestro mundo y mantiene nuestras habilidades cognitivas. La pérdida auditiva ejerce una presión adicional sobre el cerebro para intentar dar sentido a las señales sonoras intermitentes, lo que puede llevar a la fatiga mental y, con el tiempo, a la demencia. Las personas que no buscan tratamiento para su pérdida auditiva tienen una probabilidad 1.3 veces mayor de desarrollar Alzheimer en comparación con alguien que tiene audición normal.

Cuando pensamos en la demencia, el Alzheimer es la primera enfermedad que viene a la mente. La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa que comienza a deteriorar lentamente tus funciones cognitivas hasta el punto en que ya no puedes recordar ni tareas simples como caminar y hablar. Puede resultar en una gran pérdida de memoria, confusión y dificultades en el habla.

Las personas con demencia a menudo enfrentan cambios de humor, tienden a retirarse socialmente y a la soledad, y sufren de depresión. A medida que las habilidades cognitivas comienzan a deteriorarse, incluso las decisiones simples pueden convertirse en un desafío. Poco a poco, las personas con demencia comienzan a volverse dependientes de otros para su supervivencia diaria, ya que ya no pueden realizar tareas mundanas como vestirse, recordar dónde pusieron las cosas o hacer quehaceres domésticos.

Imagina despertarte y olvidar lo que tienes que hacer a continuación. Sales por la puerta y luego te das cuenta de que no llevas ropa, pero ya no puedes recordar dónde está tu armario. Imagina ir al baño y olvidar qué ibas a hacer allí. Te sientes hambriento pero no puedes recordar dónde está la cocina. Una vez que finalmente encuentras la cocina, no tienes idea de dónde se guarda la comida. Incluso cuando finalmente encuentras la comida, has olvidado cómo preparar tu desayuno. Si al leer esto te sientes frustrado, imagina lo frustrante que sería ser realmente esta persona, que tiene Alzheimer. Esto es lo que la demencia puede hacerle a una persona.

La salud auditiva juega un papel importante en nuestra salud cognitiva. A medida que los delicados folículos pilosos dentro del oído interno se deterioran, las señales de sonido ya no pueden ser captadas y enviadas al cerebro. Con el tiempo, estas células dañadas crecen en tamaño e intensidad, y experimentamos pérdida auditiva.

Debido a la falta de señales sonoras que se transmiten al cerebro, este se queda con información limitada sobre su entorno. Esto puede llevar a huecos y errores en el juicio. Con el tiempo, esto puede provocar agotamiento y deterioro de las habilidades cognitivas, ya que el cerebro ya no puede mantenerse al día con la creciente falta de información auditiva. Peor aún, el cerebro se acostumbra a NO tener mucha información auditiva, lo que se conoce como neuroplasticidad. El cerebro comienza a reasignar las células auditivas inactivas a otras tareas, lo que puede deteriorar nuestras habilidades lingüísticas, nuestras habilidades comunicativas y nuestra memoria de trabajo que están relacionadas con nuestra audición. Esto puede llevar a un deterioro cognitivo que eventualmente puede resultar en demencia.

Una forma sencilla de evitar gran parte de la información angustiante mencionada anteriormente es cuidar bien de tu audición. Tu audición ayuda a mantener tu cerebro activo y saludable. La pérdida auditiva es una condición irreversible, por lo que tomar medidas para proteger tus oídos es crucial para prevenir la pérdida auditiva debido al ruido. Usa siempre protección auditiva antes de exponerte a ruidos fuertes, y hazte examinar la audición por un audiólogo anualmente después de los 50 años. Si por casualidad terminas teniendo pérdida auditiva, asegúrate de tratarla de manera oportuna obteniendo audífonos para ayudar a prevenir los peligros de desarrollar demencia debido a la pérdida auditiva no tratada.